Análisis |
Jóvenes de China y EE. UU. forjan lazos genuinos | |
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11 de julio de 2025. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning (centro), posa para una foto grupal con los delegados de China y Estados Unidos tras la celebración de una rueda de prensa. 12 de julio de 2025. Delegados de China y Estados Unidos visitan la planta de la empresa Xiaomi ubicada en la zona de desarrollo económico de Yizhuang, Beijing.
12 de julio de 2025. Delegados de China y Estados Unidos disfrutan de un paseo en barco por el río Liangma en Beijing. Fotos de Yin Kang EN este momento de incertidumbre en las relaciones chino-estadounidenses, ¿qué papel pueden desempeñar los jóvenes en pos del fomento de la confianza mutua entre ambos países? Del 7 al 23 de julio, una delegación de 25 participantes —10 de China, 14 de Estados Unidos y uno de Canadá— se embarcó en una misión para explorar esta pregunta en conjunto. Como parte del programa “A través del Pacífico: diálogo juvenil China-EE.UU. por un futuro compartido”, los estudiantes visitaron Beijing, Xi’an (provincia de Shaanxi), Suzhou (provincia de Jiangsu) y Shanghai para conocer más sobre diversos aspectos de China y debatir temas relacionados. En Suzhou, participaron en el Campamento de Verano de Futuros Diplomáticos China-EE.UU, el cual no solo sirvió como un intercambio académico, sino también como una forma de diplomacia ciudadana. “Muchos piensan que, al ser una conferencia de China y Estados Unidos, nos centramos en relaciones internacionales o políticas. Sin embargo, la verdadera misión es el intercambio cultural y la conexión de corazón a corazón”, declaró Kiran Alexis Nieves-Noel, presidenta del comité ejecutivo de la quinta Conferencia Estudiantil China-Estados Unidos (ChASC5, por sus siglas en inglés), una iniciativa estudiantil bajo la organización de las Conferencias Internacionales de Estudiantes (CIE), y estudiante de la Universidad Estatal de East Tennessee, al semanario Beijing Review. Los participantes de la delegación fueron seleccionados por la ChASC5, la cual también estuvo a cargo de la organización e itinerario detrás de la visita. Actualmente, las CIE gestiona tres programas emblemáticos: la Conferencia Estudiantil Japón-EE.UU. (fundada en 1934), la Conferencia Estudiantil Corea-EE.UU. (creada en 2008) y la ChASC, lanzada en 2020 y realizada por primera vez en 2021. Este año, el programa anual estuvo coorganizado por el Centro para las Américas del Grupo de Comunicaciones Internacionales de China (CICG, por sus siglas en inglés), las CIE y la Universidad Xi’an Jiaotong-Liverpool. Su objetivo es fortalecer los lazos interpersonales, promover el diálogo y sentar bases sólidas para las relaciones bilaterales a largo plazo mediante el compromiso directo de los jóvenes. “Creo que es crucial que los jóvenes aborden el intercambio internacional con respeto y curiosidad, con el fin de que puedan comprender y construir relaciones que, a su vez, fortalezcan los vínculos entre países no solo a nivel gubernamental, sino también en el sector privado”, afirmó Kurt Tong, ex cónsul general y jefe de misión de Estados Unidos en Hong Kong y Macao, y presidente del comité ejecutivo de la Junta Directiva de la CIE, al semanario Beijing Review. Según Tong, conversar directamente con pares de otras culturas es una de las formas más efectivas de entender perspectivas distintas. “Te permite no solo compartir tus opiniones, sino también aprender genuinamente sobre los demás y su visión del mundo”, añadió. En la ceremonia inaugural celebrada el 8 de julio, Tong compartió su experiencia personal en la Conferencia Estudiantil Japón-EE.UU. en 1984 y 1985, y recordó que sus amistades más duraderas nacieron en aquel entonces. Asimismo, expresó su confianza en la labor desempeñada por la ChASC entre los jóvenes actuales, capaz de abrir puertas a conexiones duraderas. Un recorrido extenso La delegación visitó instituciones chinas de asuntos exteriores, empresas, parques industriales, misiones diplomáticas estadounidenses en China y sedes de organizaciones internacionales. Además, el 11 de julio, los delegados asistieron a una rueda de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores, dirigida por la portavoz Mao Ning. Al terminar el evento, Mao se reunió con el grupo para sostener una conversación abierta de cara a cara. “Cuando la señora Mao se acercó a nosotros, me emocioné de verdad”, recordó Gina Egito, estudiante de ciencias de la informática de la Universidad West Chester en Pensilvania, quien eligió su asiento estratégicamente para observar y tomar notas. Mao compartió en su cuenta oficial en X una foto grupal con los delegados, acompañada del siguiente mensaje: “¡Una charla encantadora con estudiantes universitarios chinos y estadounidenses!” En la oficina del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en China, las discusiones giraron en torno a problemas globales de urgencia, como la seguridad alimentaria y la cooperación entre países del Sur Global. “Me parece fascinante observar cómo los países en desarrollo colaboran para abordar sus intereses y desafíos comunes, porque esto refleja un espíritu de solidaridad. Me impresiona especialmente el intercambio intelectual que China ha impulsado, sobre todo en África. El compromiso del PMA con el aprendizaje sostenible y el acceso de soluciones a largo plazo es admirable”, comentó Nieves-Noel. Por otra parte, en la Embajada de Estados Unidos en Beijing y la Oficina del Consejo Comercial China-Estados Unidos en Shanghai, los estudiantes debatieron el papel de la juventud en el fortalecimiento de los lazos bilaterales y la comprensión mutua. Las visitas a los gigantes tecnológicos Tencent y Xiaomi en Beijing acercaron a los estudiantes a la industria tecnológica china. En Tencent, exploraron herramientas manipuladas por inteligencia artificial (IA) y plataformas vanguardistas, como el asistente de inteligencia artificial Yuanbao y el generador de modelos 3D Hunyuan3D. “Esto es algo que no se aprende ni en libros ni en clases: hay que vivirlo en persona. Ha sido una experiencia reveladora”, comentó Erik Michael Larson, estudiante de la Universidad de Indiana, Bloomington, tras un recorrido en un vehículo eléctrico de Xiaomi. El programa también permitió a los alumnos experimentar la vida cotidiana en Beijing, desde un paseo en barco por el reluciente río Liangma en el centro de la ciudad, hasta el bullicioso mercado de lotos, conocido por sus vistas al lago Shichahai. “Lo que había aprendido en clase sobre China se centraba en festividades o eventos culturales, pero no en la vida cotidiana, por lo que tener esta experiencia aquí me ha dado una perspectiva totalmente nueva”, añadió Larson. La inmersión cultural fue igualmente impactante. Los delegados no solo observaron, sino que también se vistieron con hanfu (traje tradicional de la etnia han), viajando de forma simbólica hacia el pasado. Con estas prendas, visitaron la gran pagoda del ganso salvaje en Xi’an, emblemática torre budista de la dinastía Tang (618-907), donde experimentaron la fusión entre el patrimonio antiguo y la vida moderna. “Me imaginé como un guerrero sabio, equilibrado entre el pensamiento y la acción. Al usar el hanfu, me sentí más conectado con la cultura china, como si la ropa transmitiera una energía especial que me vinculaba al lugar”, compartió Justin Welch, estudiante de maestría en gestión tecnológica de la Universidad de Nueva York. Diálogos profundos Durante los dos encuentros estudiantiles celebrados en la Universidad Agrícola de China y la Universidad Xi’an Jiaotong (XJTU, por sus siglas en inglés), los jóvenes de ambos países debatieron temas como el desarrollo rural chino, el patrimonio histórico y cultural, y la educación internacional, entre otros. “Esta charla me hizo pensar en cosas que nunca había considerado, como por qué las mesas chinas son redondas. Antes creía que era solo para compartir platos fácilmente, pero ahora entiendo que simboliza la reunión familiar y la igualdad alrededor de la mesa. Todo está interconectado, formando un sistema integral. ¡Me fascinó descubrirlo!”, reflexionó Dahlia Townley-Bakewell, estudiante de la Universidad de Indiana Bloomington, tras una conferencia sobre la cultura culinaria china en la XJTU. En el Campamento de Verano de Futuros Diplomáticos China-EE.UU. en Suzhou, más de 70 estudiantes universitarios participaron en tres simulaciones: negociaciones sobre economía y comercio, negociaciones sobre IA y negociaciones sobre medio ambiente. El evento culminó con la firma de “la Declaración Juvenil del Campamento”. “Valoré mucho el diálogo respetuoso y sustancial. Nadie fue agresivo. Logramos unirnos como personas, resolver diferencias y alcanzar un resultado concreto”, destacó Michael Buzzy, estudiante de doctorado en derecho de la Universidad Estatal de Wayne. “Los delegados chinos asumieron roles representando a China o a Estados Unidos, y viceversa. Este intercambio de papeles ayudó a profundizar la comprensión de los desafíos bilaterales y a identificar acciones para metas colaborativas”, explicó Liu Yuxuan, estudiante de relaciones internacionales en la XJTLU. En el Instituto de China de la Universidad Fudan, el profesor Zhang Weiwei, un aclamado investigador en relaciones internacionales, pronunció un discurso titulado “El modelo chino y las relaciones China-Estados Unidos”, en el que abordó el sistema de mérito en la gobernanza china, mecanismos de intercambio juvenil bilateral, la brecha entre teoría y realidad en relaciones internacionales, la respuesta estratégica de China a la guerra comercial y sus expectativas para la próxima generación de diplomáticos. Conexiones entre jóvenes “La comunicación es clave para derribar barreras, fomentar el entendimiento mutuo y forjar lazos genuinos que trasciendan el tiempo, la distancia y las fronteras”, destacó Li Yafang, subdirectora editorial del CICG, en la ceremonia inaugural celebrada el 8 de julio. “Creo que esta experiencia compartida plantará semillas de amistad en cada uno de ustedes. Algún día, florecerán como grandes conexiones a través del Pacífico: lazos duraderos que unirán a nuestras naciones y moldearán el futuro común”, añadió. En la ceremonia inaugural, Victor Gao, vicepresidente del Centro para la Globalización y China (un think tank con sede en Beijing), dio la bienvenida a la delegación estadounidense con un mensaje fraternal. “Me alegra verlos, representantes de la juventud estadounidense, descubriendo China con sus propios ojos. Debemos seguir siendo hermanos. Juntos construiremos un futuro no solo para nuestros países, sino para toda la humanidad”, declaró Gao. Yu Yunquan, vicepresidente del CICG, subrayó en su intervención que, pese a los altibajos en las relaciones bilaterales, los jóvenes han aportado, de manera constante, calidez y esperanza. “Estamos frente a una creciente incertidumbre global y una encrucijada histórica, por lo que el diálogo juvenil es más crucial que nunca. El futuro está lleno de incógnitas, pero también de posibilidades. Les insto a mantener una mente abierta, a comprometerse con la cooperación mutuamente beneficiosa y, superando diferencias lingüísticas y culturales, a sumar fuerzas para la paz y la prosperidad de nuestras naciones y del mundo”, añadió. En la clausura del 22 de julio, Eric Zheng, presidente de la Cámara de Comercio Americana en Shanghai, reconoció las tensiones geopolíticas actuales. “Durante estos 17 días recorriendo Beijing, Xi’an, Suzhou y Shanghai, han descubierto más coincidencias que divergencias”, dijo. “Este tipo de intercambios son el primer paso para reconstruir la confianza entre China y Estados Unidos. La generación joven debe trascender narrativas de competencia y buscar oportunidades de colaboración en desafíos globales como el cambio climático y la salud pública”, concluyó Zheng. |
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