Economía |
Tres ciudades que marcan el rumbo actual | |
|
|
Gustavo Cordero Jon Tay. Foto cortesía del autor 8 de mayo de 2024. Visitantes extranjeros en la Ciudad Prohibida, en Beijing. Wei Yao 14 de noviembre de 2024. Unos equipos inteligentes levantan contenedores en el megapuerto de Chancay, en Perú. Xinhua CHINA se ha consolidado como una de las principales potencias económicas del mundo, con un liderazgo en múltiples frentes que van desde la industria tecnológica hasta la inversión en infraestructura global. Con una historia económica marcada por reformas trascendentales desde la década de 1970, el país ha pasado de ser una economía agraria a convertirse en el principal exportador mundial. Ciudades como Shenzhen, conocida como el “Silicon Valley de China”, son ejemplos del auge tecnológico y de innovación que posiciona al país a la vanguardia de la inteligencia artificial, las energías renovables y las telecomunicaciones. A pesar de su vertiginoso desarrollo industrial, China conserva su vínculo con un legado cultural que abarca más de cinco mil años. Ciudades como Xi’an, hogar de los famosos Guerreros de Terracota, y Luoyang, una de las capitales más antiguas del país, ofrecen una ventana al esplendor de dinastías que moldearon su identidad. Por otro lado, la Gran Muralla se ha convertido en un símbolo del ingenio y la resiliencia que caracterizan a esta civilización. En el plano natural, maravillas como el Parque Nacional de Zhangjiajie, cuyos picos inspiraron las montañas flotantes de la película Avatar, destacan por su belleza única. Asimismo, paisajes culturales como las terrazas de arroz de Longji, en la región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi, muestran cómo el ingenio humano ha convivido en armonía con la naturaleza durante siglos. China es también hogar de festivales emblemáticos, como la Fiesta de la Primavera y el Festival de los Faroles, que invitan a conocer una cultura vibrante. Estos eventos, junto con la diversidad culinaria que abarca desde los platos de Guangdong hasta los picantes de Sichuan, son parte de la riqueza que hacen de China un destino fascinante tanto para el turismo como para el análisis socioeconómico. A continuación, veremos tres ciudades de China que por su gran dinamismo, en cuanto a crecimiento y gran atractivo, no pueden pasar desapercibidas para todo aquel que esté buscando puntos de referencia a modo global que puedan marcar la diferencia en cualquier proyecto personal o profesional. Shenzhen: el “Silicon Valley de China” Ubicada en el sur de China, en la provincia de Guangdong y limítrofe con Hong Kong, Shenzhen ha emergido como una de las ciudades más dinámicas y avanzadas del mundo. Desde su designación como Zona Económica Especial en 1980, Shenzhen pasó de ser una pequeña aldea de pescadores a convertirse en una metrópolis global con más de 17 millones de habitantes. Este impresionante crecimiento la ha convertido en un símbolo de la reforma económica y apertura de China. Con un PIB que superó los 3,24 billones de yuanes en 2022 (443.387 millones de dólares), Shenzhen es el tercer mayor motor económico de China, después de Shanghai y Beijing. La ciudad alberga gigantes tecnológicos como Huawei, Tencent y DJI, que han revolucionado industrias globales, desde telecomunicaciones y software hasta drones y vehículos eléctricos. Además, Shenzhen lidera la adopción de energías renovables al ser la primera ciudad del mundo en electrificar por completo su flota de autobuses y taxis. En el ámbito de las inversiones, es una puerta de entrada para capitales extranjeros y locales. Su bolsa de valores es una de las principales de China y un epicentro para la financiación de empresas tecnológicas. Este dinamismo financiero ha fortalecido las relaciones bilaterales entre China y América Latina, con proyectos conjuntos en infraestructura, telecomunicaciones y tecnología. En particular, países como Perú han encontrado en Shenzhen un socio estratégico para modernizar sus sectores industriales y de transporte. Es reconocida como una ciudad del futuro gracias a sus avanzadas zonas de innovación. El Parque Industrial de Alta Tecnología, también conocido como Nanshan Science and Technology Park, es un epicentro para startups y multinacionales que desean desarrollar productos y servicios de vanguardia. Aunque conocida principalmente por su modernidad, Shenzhen también es un centro cultural vibrante. Dafen Oil Painting Village, un barrio dedicado a la creación artística, destaca como un ejemplo único de economía creativa, donde miles de artistas producen pinturas que se exportan a todo el mundo. Por otro lado, el He Xiangning Art Museum y el Museo de Shenzhen exhiben la evolución cultural y artística de la región. La relación entre Shenzhen y América Latina se ha fortalecido a través de colaboraciones concretas en áreas de innovación tecnológica y sostenibilidad. Un ejemplo destacado es la asociación entre empresas de Shenzhen, como BYD, y varios países latinoamericanos para electrificar el transporte público. En Chile, BYD ha suministrado cientos de autobuses eléctricos que ahora circulan por Santiago, lo que ha marcado un hito en la transición hacia un sistema de transporte más limpio. Este proyecto no solo reduce las emisiones de carbono, sino que también establece un modelo replicable para otras ciudades de la región. La relación entre Shenzhen y Perú ha experimentado un notable fortalecimiento en los últimos años, evidenciado por colaboraciones significativas en sectores clave. Un ejemplo destacado es la construcción del megapuerto de Chancay, ubicado a unos 80 kilómetros al norte de Lima. Este proyecto, que se inauguró en noviembre de 2024, representa una inversión conjunta entre empresas chinas y peruanas, y está destinado a convertirse en un centro logístico estratégico que facilitará el comercio entre América Latina y Asia. En el ámbito de las energías renovables, Shenzhen ha liderado iniciativas en la instalación de paneles solares en comunidades rurales de América Latina. Por ejemplo, en México, empresas de la ciudad han trabajado en proyectos conjuntos para proporcionar energía sostenible a regiones remotas, para lo cual han utilizado tecnologías avanzadas producidas localmente. Estas colaboraciones no solo evidencian el liderazgo tecnológico de Shenzhen, sino que también refuerzan el intercambio de conocimientos y recursos, y consolidan un puente estratégico entre China y América Latina. Shanghai: pulso económico y cultural Ubicada en la costa este de China, Shanghai es un símbolo de modernidad, desarrollo económico y riqueza cultural. Con una población de más de 25 millones de habitantes, esta ciudad no solo es la más grande de China, sino también una de las más influyentes en el ámbito global. Su evolución, desde ser un puerto comercial clave en el siglo XIX hasta convertirse en el centro financiero y tecnológico del país, refleja la transformación de China hacia una superpotencia mundial. Shanghai es el motor económico de China y el hogar de la Bolsa de Shanghai, una de las más grandes del mundo por capitalización de mercado. La Zona de Libre Comercio de Pudong, establecida en 1992, marcó el inicio de una era de apertura económica y atracción de inversiones extranjeras. Este distrito alberga empresas globales, bancos internacionales y sedes de gigantes chinos como Alibaba y Ant Group. Las relaciones comerciales entre Shanghai y América Latina han florecido gracias a la presencia de puertos como el de Yangshan, uno de los más grandes del mundo. Este puerto facilita el comercio de bienes como minerales, productos agrícolas y manufacturas, y fortalece los lazos entre ambas regiones. En el caso de Perú, esta ciudad ha desempeñado un papel crucial como socio en el comercio bilateral. El tratado de libre comercio entre China y Perú, firmado en 2009, ha consolidado a Shanghai como un destino clave para las exportaciones peruanas, especialmente de cobre, productos pesqueros y agrícolas como los arándanos y espárragos. En el ámbito tecnológico, sus empresas han colaborado en proyectos de infraestructura digital y de transporte en Lima, incluyendo sistemas de monitoreo urbano y desarrollo de transporte público inteligente. Shanghai ha hecho de la sostenibilidad una prioridad. En 2020, lanzó el ambicioso plan “Shanghai 2035” para convertirse en una ciudad ecológica e innovadora, con énfasis en energía limpia y transporte eléctrico. Este enfoque la convierte en un modelo para las ciudades latinoamericanas que buscan implementar estrategias sostenibles. Shanghai, con su impresionante combinación de historia, modernidad y visión hacia el futuro, se posiciona como un modelo para el desarrollo urbano sostenible y globalizado. Su influencia trasciende fronteras y sus vínculos con América Latina, especialmente con Perú, continúan creciendo, demostrando así que las oportunidades para la cooperación son tan vastas como su propio horizonte. Beijing: tradición e innovación Reconocida como el corazón político y cultural de China, esta ciudad combina una rica herencia histórica con un desarrollo moderno que la posiciona como un referente global. Con una población que supera los 21 millones de habitantes, su crecimiento y dinamismo reflejan la esencia de un país en constante transformación. En esta ciudad se encuentran algunos de los hitos más emblemáticos de la civilización china. El Museo del Palacio Imperial, conocido como la Ciudad Prohibida, es una obra maestra de la arquitectura tradicional china y un testimonio de siglos de historia imperial. Construido entre 1406 y 1420, este vasto complejo, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco, alberga más de 900 edificios y ofrece una mirada única a la vida de los antiguos emperadores. Muy cerca se encuentra la Plaza Tian’anmen, la más grande del mundo, rodeada por estructuras de gran importancia histórica, como el Gran Palacio del Pueblo y el Mausoleo de Mao Zedong. A pesar de su fuerte vínculo con el pasado, esta ciudad es también un centro de innovación y modernidad. El distrito de Chaoyang destaca por sus rascacielos futuristas, como el Centro de Comercio Internacional de China y la Torre CITIC, que alcanzan alturas impresionantes y albergan algunas de las empresas más influyentes del mundo. En el ámbito tecnológico, Beijing ha adoptado un enfoque de “ciudad inteligente”, con iniciativas que mejoran la eficiencia del transporte público y promueven el uso de energías renovables. Es, además, un núcleo para el desarrollo de la inteligencia artificial, con empresas locales que lideran la investigación en áreas como el reconocimiento facial y la automatización. La gastronomía de esta ciudad es un viaje sensorial que combina sabores únicos y tradiciones culinarias. Entre los platos más destacados se encuentra el famoso pato laqueado, preparado con técnicas que datan de la dinastía Yuan (1271-1368). Los mercados nocturnos, como el de Wangfujing, ofrecen una experiencia auténtica, donde se pueden degustar desde pinchos de escorpión hasta postres de arroz glutinoso. El estilo de vida aquí es tan diverso como su población. Desde los hutong, callejones tradicionales donde aún persiste la vida comunitaria, hasta los modernos centros comerciales de Sanlitun, la ciudad ofrece un equilibrio entre lo antiguo y lo contemporáneo. A pesar de su densidad urbana, esta metrópoli cuenta con extensos espacios verdes que permiten escapar del bullicio. El Parque del Templo del Cielo, un lugar sagrado donde los emperadores realizaban rituales para garantizar buenas cosechas, es un ejemplo perfecto de armonía entre naturaleza y arquitectura. Por otro lado, el Palacio de Verano, con sus jardines y su lago artificial, invita a la reflexión y la tranquilidad. Con su extraordinaria mezcla de historia, cultura y modernidad, esta ciudad es mucho más que una capital política. Es un destino que cautiva a visitantes de todo el mundo y ofrece una perspectiva rica y multifacética de lo que significa ser el corazón de una nación milenaria y una potencia global emergente. China es, sin duda, un país fascinante que ofrece un abanico de posibilidades tanto para el viajero curioso como para el profesional en busca de nuevas oportunidades. Ya sea que desees explorar las huellas de su historia milenaria, sumergirte en su vibrante vida moderna, o descubrir el potencial económico y tecnológico que estas ciudades tienen para ofrecer, Shenzhen, Shanghai y Beijing se presentan como destinos imprescindibles. No importa si tu motivación es el placer de conocer nuevos horizontes, o si estás interesado en expandir tus negocios en un mercado global que no deja de crecer, estos tres destinos de China tienen todo lo que necesitas para inspirarte y conectar con el futuro. ¡Atrévete a descubrir todo lo que China tiene preparado para ti! *Gustavo Cordero Jon Tay es presidente del Comité Ejecutivo de la Liga Parlamentaria de Amistad Perú-China. |
|
|
|