Cultura |
Kongzhu: El yoyo chino | |
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Li Lianyuan, heredero del arte tradicional del kongzhu, exhibe la técnica de hacerlo girar con una sola mano. Wei Yao EL kongzhu, también conocido como el yoyo chino, es un juguete popular en Beijing. Literalmente significa “bambú hueco”, ya que tradicionalmente está hecho de bambú o madera, y también se le llama “diábolo” tras su introducción en Occidente. Su diseño parece simple: un eje conecta dos discos y una cuerda con dos palos enrolla el eje. Sin embargo, al tirar de las cuerdas de diferentes maneras, los trucos del juego son deslumbrantes y diversos. El kongzhu se originó a partir de antiguas peonzas chinas y gradualmente evolucionó hasta convertirse en una forma única de juguete popular y arte escénico. Ya en la dinastía Ming (1368-1644), sus trucos y proceso de producción fueron detallados en el libro Lugares y costumbres populares de Beijing (Di Jing Jing Wu Lue). En 2006, el jugar al kongzhu fue incorporado oficialmente a la primera lista de bienes del patrimonio cultural inmaterial de China. Un sonido único El kongzhu está disponible en una amplia gama de tamaños y materiales. Cada disco tiene múltiples agujeros para silbato: uno grande que sirve como salida de tonos graves y varios más pequeños que producen tonos más agudos. Cuando el kongzhu gira, estos silbatos suenan juntos, lo que crea un sonido único. Existen cientos de trucos de malabarismo para este juego, todos ellos conllevan cierto nivel de coordinación. Muchos trucos clásicos tienen nombres poéticos como “Mirando a la luna”, “Nubes de colores persiguiendo a la luna” y “Elevándose hacia el cielo”. Además de las actuaciones individuales, hay numerosas rutinas grupales que enfatizan el trabajo en equipo y la sincronización. Si bien el kongzhu implica una amplia gama de habilidades, generalmente no requiere mucha fuerza física, lo que lo hace especialmente popular entre las personas mayores como una forma de mantenerse activas y entretenidas. Hoy en día, todavía es común ver a personas mayores jugando al kongzhu en los parques de Beijing, pues lo consideran una actividad divertida para mantenerse en forma. En los últimos años, los herederos de este patrimonio cultural han promovido activamente el kongzhu al transmitir este arte tradicional a las generaciones más jóvenes. En 2011, la Escuela Huimin de Beijing añadió el kongzhu a su currículo, por sugerencia del maestro de kongzhu y heredero del patrimonio cultural, Li Lianyuan. Además de los programas educativos, también se organizan con frecuencia actuaciones gratuitas en vivo para mostrar el encanto único de este juego tradicional. Este año, durante el feriado del Primero de Mayo, el Parque Mundial de Beijing albergó el Festival de Arte del Patrimonio Cultural Inmaterial. Una impresionante exhibición de diversas habilidades avanzadas de kongzhu, demostrada por el heredero del kongzhu Ma Yanrong, cautivó a un numeroso público. |
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