EN China existe una costumbre tradicional llamada zhuazhou, que se celebra en el primer cumpleaños de un niño. Durante este evento, se colocan varios objetos alrededor del pequeño, como un libro, un espejo, comida, un estetoscopio, un sello e incluso un ábaco. La creencia es que el elemento que el niño seleccione primero ofrecerá una pista sobre su futura carrera o dirección en la vida.