CON un simple toque en el celular de camino al trabajo, tu habitual café llega a la oficina antes que tú. Si te arreglas para un evento nocturno, un nuevo tono de sombra de base llega en menos de 30 minutos a tu casa, sin necesidad de ir a la tienda. En un pícnic de fin de semana, las golosinas para mascotas llegan del otro lado de la ciudad con la misma facilidad que el almuerzo. ¿Despertarse a las dos de la madrugada con un niño enfermo? Los medicamentos llegan a tu puerta en cuestión de minutos. Así es la vida bajo el modelo de ventas en rápido desarrollo de China, conocido como comercio instantáneo.